El Covid-19 nos hizo adaptarnos al famoso “home office”, y con ello fue la industria inmobiliaria quien se adapta a las nuevas tendencias. Por ejemplo, la startup La Haus, que permite el acceso a la selección de viviendas a través de una app o página web, tuvo su mayor crecimiento durante la pandemia, ya que las personas podían conocer los espacios sin salir de casa, e incluso apartar un nuevo hogar a través de un clic.
Mientras el semáforo epidemiológico ya está en verde en prácticamente toda la República Mexicana, nos adaptamos a una nueva normalidad en la que sobreviven hábitos del confinamiento, una de ellas es el formato de trabajo híbrido. Dos años atrás, las empresas se vieron obligadas a enviar a sus equipos de trabajo a casa para guardar la sana distancia, fue así que aprendimos de manera abrupta a hacer reuniones digitales y a adaptarnos al trabajo remoto.
Si bien las medidas sanitarias ya permiten el regreso a las oficinas, la realidad es que muchos espacios físicos de trabajo desaparecieron ante la estrechez de recursos que trajo consigo la pandemia, sumado a que algunos trabajadores decidieron mudarse para ahorrar recursos o para cambiar su estilo de vida, mientras conservaban sus puestos por las herramientas tecnológicas.
De ahí que el aumento de las herramientas tecnológicas en el rubro inmobiliario se volviera vital para facilitar el acceso a las viviendas. Y es justo a través de estas bases de datos formadas por los usuarios, que se dio a conocer cómo los espacios de coworking son, en este 2022, una tendencia que impregna los inmuebles.
Podría interesarte:
Las tendencias de las oficinas post Covid-19
Los trabajadores reciben la confianza de crear su propio espacio laboral, con horarios menos estrictos y basados en el cumplimiento de las metas. Quienes tienen en puerta una mudanza revisan que las amenidades incluyan espacios de trabajo dentro del inmueble, o vivir en zonas donde los sitios para despejarse al aire libre estén realmente cercanos.
El periódico El Economista dio a conocer que al menos el 57% de las empresas planea mantener el home office este año, por lo que las mudanzas de personas de una ciudad a otra seguirán en auge, ante la oportunidad de probar nuevos sitios para vivir, mientras se realizan las actividades profesionales vía remota.
El microliving es también una tendencia en auge, y se trata de lugares con poca extensión en metros cuadrados, pero con aprovechamiento de recursos y amenidades necesarias y compartidas entre el resto de los habitantes de los edificios. Incluso para los inversionistas en ciernes, estos espacios significan una excelente oportunidad, ya que más que para habitar, los adquieren para ponerlos en renta bajo plataformas como Airbnb, que permiten tener una ocupación temporal (por día, semana o mes) con ganancias altas.
El movimiento de los trabajadores también se da en el cruce de fronteras, por lo que más que turistas, surge una tendencia de trotamundos que no buscan un hotel, sino vivir la experiencia de habitar una ciudad y sentir su pulso en colonias céntricas, coloridas y trendy, rodeadas de restaurantes, museos o centros de diversión.
No menos importante dentro de los cambios de la industria inmobiliaria está el coliving, que es una oportunidad de compartir hogares. Antes de la pandemia era común entre los estudiantes, quienes incluso se mudaban a las urbes con sus amigos. Ahora, este esquema es un pretexto perfecto para sumar el coworking dentro del espacio que se habita. Los desarrolladores de vivienda crean espacios que puedan ser compartidos en el molde de empresas de trabajo conjunto, por lo que ofrecen el coliving como un servicio adicional.
Compartir los gastos del inmueble con otras personas permite que las mejores ubicaciones sean más asequibles, eso sin pasar por alto el bienestar emocional que trae el sentido de creación de comunidad para reducir el hastío ante los meses de aislamiento social.
Para quienes buscan una forma más responsable de vivir, el coliving también centra una nueva era de la industria inmobiliaria con el cuidado de los recursos globales, ya que se comparte la calefacción, energía y agua dentro de los espacios. Este esquema es el ideal para quienes desean conocer una ciudad sin tener que montar una casa desde cero, ya con la alternativa de encontrar muebles y electrodomésticos en un espacio del que las personas pueden entrar o salir, mientras dan rentabilidad a los dueños.
Sin duda, la manera en la que elegimos el lugar para vivir se acopla a una nueva normalidad. ¿Ustedes cambiaron de residencia o también siguen estos nuevos patrones?
AboutStaff
Temas relacionados
El “súper peso” mexicano, ¿hasta cuándo?
Para mediados de julio de 2023, con algunas variaciones, el tipo de cambio del peso mexicano respecto al dólar rondaba por las...
El panorama del Covid-19 y los menores de edad
En México, el 31% de la población es menor a 18 años, un sector para el que no hay fecha de vacunación, pese a que en el mundo...