Cannabis lo que tenemos y lo que sigue

La aprobación hace unas semanas de la ley federal para la legalizar en México el uso adulto de la marihuana (cannabis), sin duda está lejos de ser una ley perfecta pero es, por mucho, un mejor camino que seguir apostando por una política prohibicionista.

De aprobarse en su totalidad, México se convertiría, después de Uruguay, en el segundo país de América Latina en legalizar el consumo de cannabis y además, junto con Canadá y Estados Unidos, consolidaría a Norteamérica como uno de los mercados lícitos más importantes del mundo.

De acuerdo con cifras presentadas en el Cannabis Mexico Summit, el primero de su tipo que se realiza en el país, el mercado cannabico nacional tendría un valor aproximado de 3.2 mil millones de dólares. Si a eso sumamos las capacidades de exportación que México tiene, los beneficios para el país en el mediano plazo son enormes.

Entonces, ¿qué sigue? Uno de los pasos fundamentales será trabajar en la desmitificación del uso del cannabis haciendo hincapié a través de tres vertientes: Socializar los beneficios y aplicaciones del cannabis; entender y aprovechar los límites que plantea la nueva regulación y finalmente, seguir trabajando para mejorar la ley y los reglamentos que de esta devenguen.

Socializar las aplicaciones y beneficios del cannabis.

El uso de cannabis va mucho más allá de fumar marihuana. Tan solo en el ámbito médico actualmente se estudian aplicaciones potenciales en más de 10 áreas terapéuticas entre las que se incluyen oncología, oftalmología, neurología, oncología, dolor e inflamación y dermatología. A esto sumemos que México tiene una robusta industria farmacéutica capaz de desarrollar investigación con capacidad de ser patentada.

Entender y aprovechar las limitaciones que hoy tiene la ley

La reglamentación hoy impide la publicidad de productos que contienen cannabis o que derivan de este a menos que sea publicidad estrictamente dirigida a médicos. Sin embargo, no impide que las empresas que estén interesadas en desarrollar negocios relacionados con cannabis en México desarrollen campañas de educación al respecto, un nicho que puede ser aprovechado desde este momento.

Seguir trabajando para mejorar la ley y los reglamentos que de esta devenguen.

Es cierto que una de las grandes deficiencias del texto aprobado por diputados es que no considera al cáñamo ni su potencial industrial en México, donde a pesar de que ya se usa, las materias primas deben de ser importadas desde otros mercados como China. Uno de los siguientes pasos sería empujar las modificaciones necesarias que ayuden a detonar todo el potencial del mercado mexicano en este rubro.

Más estado y menos mercado

En los albores de la tercera década del Siglo XXI, el gobierno de México ha decidido cambiar de tajo el rumbo del modelo económico y, como en el pasado, le apuesta más a una economía controlada por el Estado que al libre mercado, bajo el argumento central de que el neoliberalismo económico fracasó en el combate a la desigualdad social y la pobreza, lo cual es cierto.

Este giro de 360 grados -en medio de la crisis económica que provocará la pandemia del Coronavirus- trastornará no sólo planes de inversión de empresas nacionales y extranjeras sino que agravará la incertidumbre política, económica y social, con efectos impredecibles para el empleo, la libertad y la prosperidad de la sociedad.

Desde 1986 íbamos en un barco con rumbo al norte, pero en 2020 el Capitán ha decidido dar un golpe de timón y navegar hacia al sur con 130 millones de mexicanos a bordo.

Al igual que sus antecesores, el Capitán tiene derecho a cambiar el rumbo de la economía. La gran incógnita es: ¿Funcionará o nos hundiremos en otra crisis?

En el mundo de la economía existen por lo menos dos grandes escuelas de pensamiento. Las resumo en pocas palabras: Una pro empresarial que sostiene la tesis de que el libre mercado es la única vía para generar más riqueza y menos pobreza, con un Estado que debe limitarse a facilitar condiciones de crecimiento y desarrollo, así como a atender los problemas sociales, en tanto que la otra escuela postula la necesidad de una economía de bienestar social controlada por el Estado y menos por el mercado, con el fin de reducir las desigualdades.

En México ya probamos los dos modelos económicos y la terrible desigualdad social sigue siendo la gran asignatura pendiente desde hace siglos. Repasemos lo que ha sucedido en los últimos 50 años.

Los presidentes Echeverría y López Portillo (1970-1982) le apostaron a la economía de Estado y manejaban la política económica desde Los Pinos, la casa presidencial, lo que terminó generando tensiones, choques y rupturas con empresarios y banqueros. A pesar de la abundancia y los altos precios del petróleo, hundieron al país en una prolongada y costosa crisis de deuda y devaluaciones del peso por un excesivo gasto público. El Estado engordó.

Acorralado por la deuda, el presidente De la Madrid decidió en 1986 dar un giro de 180 grados a la política económica y apostarle al mercado ingresando a México al libre comercio mundial, una pista en la que ya corrían las principales potencias económicas del mundo: Estados Unidos, Canadá, Alemania, Reino Unido, Francia, China, Japón y otros. Y empezó a adelgazar al Estado con la privatización de empresas paraestatales que eran barriles sin fondo, a decir de los tecnócratas o neoliberales.

En su periodo (1988-1994), el presidente Salinas de Gortari, formado en Harvard, apretó más la tuerca y con el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá dejó la economía en manos del mercado y del llamado neoliberalismo económico. Adelgazó más al Estado y dio más poder al mercado, dejando al final otra crisis, la de los famosos Tesobonos.

Tocó el turno al presidente Zedillo, educado en Yale, quien políticamente rompió con Salinas por la crisis del tequila que le heredó y la desbordada corrupción de su hermano Raúl, pero continúo privatizando empresas estatales y apostando al modelo de libre mercado.

En el 2000, el PRI perdió por vez primera la Presidencia a manos del panista Vicente Fox y el modelo económico prosiguió. Las manos del libre mercado continuaron dominando y gobernando casi por encima del Estado, generando riqueza para los mismos de siempre, nacionales y extranjeros, sin amortiguar las desigualdades sociales.

Con el presidente Calderón continúo la política económica. La riqueza del modelo neoliberal siguió repartida en pocas manos y, tras su controvertido triunfo electoral del 2006, los grupos sociales de izquierda se enardecieron.

En 2012, el PRI recuperó la Presidencia con Peña Nieto. Fue la segunda alternancia en el poder, pero el libre mercado siguió siendo el rey y el Estado fue de papel. La riqueza que se generó no calmó la sed de venganza de los de abajo. La justicia social que postuló el PRI quedó en promesa y en 2018 perdió de nuevo la Presidencia ante el líder de un movimiento social hartado de gobiernos elitistas.

Ahora, el presidente López Obrador, votado por 30 millones de mexicanos, ha expresado  que  el modelo económico que prevaleció durante 36 años “ ha sido un rotundo fracaso” y trata de cambiarlo de raíz, aún en contra de la corriente mundial, inspirado en el Che Guevara, Simón Bolívar, Fidel Castro, Allende, Lula, Perón y Jesucristo. Ha decidido modificar bruscamente el rumbo del barco, manejar la política económica desde Palacio Nacional y navegar hacia los mares del Sur, donde se hayan las economías de Argentina, Brasil, Chile, Venezuela y Cuba.

El tabasqueño tiene razón al afirmar que el libre mercado y la globalización económica no han atemperado las desigualdades sociales ni han repartido la riqueza a los que menos tienen ni siquiera en Estados Unidos o China. También es verdad que el libre mercado ha debilitado el bienestar de muchos Estados y ha creado gigantescas compañías monopólicas y más multimillonarios en el mundo.

El Presidente sabe que tiene mucho poder y lo goza todos los días. Dicta y decide  la política económica. Parece decidido a volver a engordar al Estado y a quitarle poder al mercado, a costa de lo que sea, pensando que es para bien del pueblo, pero eso está por verse. Ojalá resulte esta arriesgada apuesta. El pueblo votó por él porque ya no quería el yugo de las élites corruptas. Sin embargo, habrá que ver en qué termina esta nueva aventura.

Me parece que debemos tener mucho cuidado con los equilibrios, para que no transitemos de un exceso de mercado a un exceso de intervención del Estado, con las amargas experiencias del pasado.

¿Quien vigilará que el barco vaya por buen camino y no se estrelle como el Titanic en los iceberg de los mares del Sur?  Ya sabemos que al Capitán no le gustan los controles ni los contrapesos. No hay más: nos toca a todos nosotros, a la sociedad civil libre, organizada y movilizada, pues los desarticulados partidos de la oposición van a defender sólo lo suyo y no los intereses nacionales.

Hacia un nuevo mundo de película

Hace un mes aproximadamente, leí un artículo de El Financiero que hablaba sobre los negocios que están siendo beneficiados por la pandemia. Uno de ellos, una empresa estadounidense llamada Rising S, dedicada a la construcción de refugios de supervivencia con costos multimillonarios como fue el bunker de un ejecutivo de Sillicon Valley.

Estos búnkeres se construyen en Nueva Zelanda, el país con menor índice de contagios de COVID-19.

Naturalmente los principales clientes son las personas ricas de dicho país, entre los cuales se encuentra James Cameron, el famoso director de cine de películas como Titanic, Terminator 2, y Avatar. Y actualmente la empresa ya se encuentra trabajando para un refugio con capacidad para mil personas en Alemania.

Recientemente también, el 30 de mayo se llevó a cabo el histórico lanzamiento de la primera nave privada en viajar al espacio, perteneciente a la empresa SpaceX, propiedad de Elon Musk, también propietario de la automotriz a base de energía eléctrica, Tesla Motors.

Sólo con este par de pinceladas visionarias podemos deducir que el mundo está empezando a entrar a un tiempo bisagra; es decir, estamos pasando por un período de transición de un “mundo globalizado” a un “mundo interplanetario”, con enormes oportunidades en el campo de la ciencia, tecnología y hasta arquitectónico.

Nuevas formas y estilos de vida para la especie comienzan a esbozarse en las mentes más iluminadas.

Los retos que hoy en día está enfrentando la humanidad, nos obliga a iniciar una carrera de renovación desde lo espiritual hasta lo tecnológico. Ir en contra de ésta gigantesca corriente energética capaz de mover mundos y universos, parte natural de ecosistemas cósmicos, nos llevaría a esa famosa frase acuñada por el sector empresarial: “renovar o morir”.

Nada de lo que antes parecía conservar al mundo de pie, podría seguirlo manteniendo estable. Todos sus pilares como los sistemas políticos, económicos, sociales, están sufriendo alteraciones; y cada cual está trabajando desde su trinchera luchando por rescatar el orden que mantiene con vida nuestra civilización.

Por eso los desastrosos acontecimientos sociales que están pasando en EU sobre la discriminación racial debido a la muerte de George Floyd una problemática centenaria que sigue vigente y que parece extenderse a otros países como en Europa, donde ya se televisaron los disturbios, o como los que actualmente están ocurriendo en Jalisco, por abusos de autoridad por parte de la policía.

Por supuesto que la incertidumbre genera desconfianza y miedo, y eso está propiciando cierto caos y desorden en esta lucha por enderezar el rumbo. Pero la buena noticia, es que así como en el mundo nos regimos a través de reglas y leyes para darle armonía, orden y bienestar al hombre, de la misma manera en el universo existen leyes sobrenaturales que hacen prosperar a las estrellas.

En ideas más llanas, en el planeta convergen tres tipos de fuerzas que están influyendo en la dirección del mundo: los malos, los neutrales, y los buenos. Y así como ya se fueron grandes personajes de la historia que ayudaron a dejarnos un mundo mejor, de la misma manera llegarán nuevos nombres, con nuevas ideas y nuevas esperanzas para construir el futuro de la humanidad.

Inventores, escritores, científicos, políticos, artistas, deportistas, etcétera; estoy seguro que toda esta gama de personajes ya se encuentra luchando por sus sueños tratando de ganarse un lugar en el mundo, y éste escenario de múltiples obstáculos servirá para inspirar a las nuevas generaciones que en los años venideros se convertirán en las nuevas naciones.

El pico de la pandemia

El Covid-19 en México, ha cobrado hasta el momento casi 19,100 vidas y más de 159,000 contagios confirmados, esto sin tomar en cuenta los casos sin confirmar debido a la falta de pruebas, lo que ha dejado al país en semáforo rojo y en fase 3 ante esta pandemia.

Desde hace varias semanas se han dado diferentes fechas estimadas sobre el pico de la pandemia en México, primero las autoridades sanitarias dijeron que sería en mayo, después que sería en julio, posteriormente en agosto y esta semana han pronosticado que el pico está por iniciar el 15 de junio, con esto, entendemos que los próximos días serán en los que más se deberán de tomar las medidas de precaución; sin embargo, este sábado todo México inició su día con la novedad de que el semáforo había cambiado a color naranja en prácticamente la mitad del país, así es, de un día para otro en plena fase 3 México había cambiado de color rojo a naranja, esto dando a entender que están disminuyendo los casos y las defunciones, lo cual es erróneo ya que actualmente se tiene un índice de letalidad del 11.80%.

Con dos semanas bajo la llamada y confusa “nueva normalidad”, surgen diversos cuestionamientos sobre el actuar de las autoridades sanitarias, que si bien han dicho que la situación de la pandemia la previnieron desde enero, la escases de medicamentos, camas de hospital, oxígeno y personal médico, cada día va en aumento al igual que el número de contagios; prueba de esto, son las múltiples declaraciones del personal médico, principalmente de los hospitales de salud pública como el IMSS y el ISSSTE así como las manifestaciones en protesta de las condiciones en el que los tienen desempeñando su labor para combatir el virus en los pacientes.

Tristemente se ha tenido conocimiento de los numerosos casos de pacientes con Covid en los que una vez que son internados ya no regresan a sus casas, debido a la complicación de la enfermedad, la falta de oxígeno, la falta de cama, la falta de personal o simplemente el llegar tarde al hospital por no haberse hecho en forma oportuna la prueba ya que las mismas no son accesibles para toda la población; desde esta trinchera es en donde el personal médico ha demostrado la empatía con los pacientes e incluso han ayudado a los pacientes a despedirse de sus familiares a través de sus dispositivos electrónicos como celulares o tabletas, en ese sentido todos nos preguntamos por qué las autoridades sanitarias no pueden tener una empatía similar y  simplemente hacer su trabajo sin poner por encima de la salud de miles de mexicanos la economía que desde el inicio de año ya se proyectaba con una caída significativa en comparación con sexenios anteriores.

El desconcierto ante esta situación es total, pareciera que con solo cambiar un color en el mapa del país los contagios y los muertos disminuirán y la prioridad de las autoridades desde Palacio Nacional  son los indicadores de la felicidad del mexicano, el complot de diversos grupos hacia el Presidente, el incremento del consumo de alimentos como frijol y  maíz, una dieta sencilla por cada mexicano y una vida sin lujo que según el Ejecutivo, da la felicidad plena hoy en día. El día de ayer me enviaron el decálogo que el Presidente anunciaba para combatir el Covid-19, esperaba ver 10 puntos respecto a los cuidados, algo más concreto ante la caótica y mal planeada “nueva normalidad” pero no, el video de más de 10 minutos llevaba puntos según el jefe de Gobierno relevantes: Optimismo, solidaridad y humanidad, en donde una vez más el mandatario pone de manifiesto su rechazo ante métodos científicos y datos claros y concretos, que pudieran dar una mayor sensación a la población de que hay una estrategia real y bien encaminada y que no están siendo víctimas una vez más de la improvisación que caracteriza a la actual administración.

Lo anterior sin duda, no solo es una mala planeación o una ejecución que rebase a cualquier gobierno, es una total y absoluta burla para todo México, en especial para los más de 30 millones de personas que ejercieron la democracia votando por alguien que durante años pidió estar en el poder para mejorar la situación del país en todos los sectores,  que criticó el actuar de cada administración y que ahora no ha podido demostrar que puede hacer un mejor trabajo; situación que ha intentado revertir únicamente desacreditando los índices medibles como lo es el PIB, argumentando que debería de caer en desuso por un intento opaco de medir el bienestar y la felicidad de la población, esto sin olvidar su muy sonada frase de que esta pandemia le vino “como anillo al dedo” a su proyecto de transformación sin importarle los miles de muertos que se acumulan y el consecuente dolor que ha traído a las familias mexicanas.

Este lunes la “nueva normalidad” seguirá, este lunes iniciará de nuevo el caos en el transporte público en horas pico sin una sana distancia, iniciará una semana en donde las autoridades sanitarias proyectaron el famoso pico de la pandemia, con más de 17,000 muertes y con una ocupación hospitalaria al tope, México iniciará una semana en fase 3 pero según las autoridades estamos listos para todo esto si llevamos a cabo una vida con optimismo, con el mismo optimismo con el que se pudo cambiar el semáforo en rojo a color naranja.

Sin ser fifí, chaira, conservadora o neoliberal, simplemente siendo una mexicana preocupada por el bienestar de su familia y de México, espero que los libros de historia que estudiarán nuestros hijos no oculten la situación que está enfrentando el país ante esta pandemia tal y como trata de ocultarlo el gobierno, que la cantidad de decesos y de contagios puedan detenerse y que los mexicanos salgamos de esta crisis sanitaria con un semáforo real y con medidas claras para evitar propagar este virus.

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La economía por encima de la salud

En medio de esta pandemia ocasionada por el Covid-19, los gobiernos comienzan a ceder ante la presión de las fuerzas económicas que se han visto afectadas durante este periodo, un ejemplo claro es la carta que recibió en días pasados el Secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, en la cual 11 Senadores pidieron a Pompeo presionar al gobierno mexicano para incorporar como negocios esenciales a las industrias que proveen a los sectores alimenticios, médicos, de transporte, infraestructura, aeroespacial, automotriz y de defensa; toda vez que mientras México mantenga el cierre de “actividades no esenciales”, las cadenas de suministros seguirán interrumpidas.

Como se puede apreciar en este caso, los grupos económicos en Estados Unidos están ejerciendo presión sobre sus representantes estatales como son los Senadores, para que ellos a su vez ejerzan presión sobre la administración del Presidente Donald Trump, siendo conocedores de que en los 17 meses que va de la administración del Presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, Donald Trump ha conseguido todo lo que se ha propuesto de la administración mexicana, sobre todo después de que se hiciera pública la parcialidad con la que se impusieron los criterios de “actividades no esenciales” priorizando los caprichos presidenciales como la refinería Dos Bocas, el aeropuerto de Santa Lucía y el Tren Maya, por más descabelladas que parezcan estas inversiones en momentos como el que se vive actualmente, ya que la refinería no representa bajo ningún análisis una inversión inteligente con los precios del petróleo en niveles mínimos históricos y con una clara tendencia mundial que se dirige hacia las energías limpias y renovables.

Por otro lado, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles en múltiples estudios por parte de autoridades aeronáuticas internacionales, han advertido sobre su inviabilidad, elevado costo y que quedará ampliamente rebasado en un corto plazo, igual de incómoda es la situación en la cual se encuentra el proyecto del Tren Maya, que arrancó sin un estudio de impacto ecológico, falta de consultas a los pueblos que se verán afectados por la construcción del mismo y la opacidad con la cual se están entregando las concesiones para construir los tramos férreos.

Pero ya que estos proyectos fueron promesa de campaña del presidente López Obrador, se decidió otorgarles la relevancia para ser actividades esenciales y de esta manera poder continuar ininterrumpidamente dichas construcciones aun cuando una parte muy importante de la sociedad mexicana exigía que esos recursos fueran destinados al combate del Covid-19, poniendo en riesgo de contagio a miles de trabajadores que laboran en fábricas que proveen materiales para continuar con estas obras; por su parte, Donald Trump también quiso aprovechar la actual emergencia sanitaria para enaltecer sus propios proyectos de campaña como lo es el muro fronterizo llegando incluso a enviar un mensaje vía Twitter señalando que los estadounidenses tenían mucha fortuna de tenerlo como Presidente, ya que en sus propias palabras el muro fronterizo ha evitado el cruce de personas infectadas con Covid-19 a Estados Unidos provenientes de México, aunque en innumerables notas periodísticas ha quedado exhibida la ineficacia del muro que ha representado hasta el momento una erogación de varios millones de dólares.

Es en estos aspectos, en donde podemos notar la clara similitud en el discurso de ambos presidentes, al intentar aparentar una imagen fuerte y de tener bajo control la crisis sanitaria, que claramente ha superado los sistemas sanitarios públicos de ambos países siendo Estados Unidos actualmente el epicentro de la pandemia y marcando una clara diferencia en la desigualdad que existe entre los servicios de salud con los que cuenta la gran mayoría de estadounidenses y las clínicas hospitalarias de atención privada a la que tienen acceso la minoría más adinerada de los Estados Unidos. Por su parte, en México ni siquiera se cuenta con datos fiables por parte de las autoridades de cuántos casos de contagios hay en el país, ya que el gobierno se ha rehusado desde un inicio a realizar las pruebas suficientes a la población, llegando a ocupar por la OCDE el vergonzoso último lugar de los países que menos pruebas realizan por habitante, con la intención de informar durante toda la emergencia sanitaria el menor número de casos positivos y de defunciones por Covid-19 con el riesgo que esto conlleva.

Es aquí, en donde toma vital importancia el tan ansiado tema electoral en ambos países, por su parte Estados Unidos llevará a cabo elecciones presidenciales el próximo noviembre, por lo que el Presidente Trump tiene especial interés en reaperturar las actividades económicas y tratar de perder la menor cantidad de empleos posibles que golpearía de manera directa a su base electoral, ya que durante su campaña presidencial él se promovió como el presidente del empleo para los norteamericanos; por otro lado, el Presidente López Obrador teniendo en la mira las elecciones intermedias del próximo año, en donde buscará mantener el control sobre el Congreso de la Unión, intentará reactivar una decaída economía aun con discursos disparatados en donde promete la creación de 2 millones de empleos, aunque en la realidad no se vea de dónde pueden generarse dicha cantidad de empleos en un entorno en el cual la pandemia y la falta de apoyos por parte del gobierno están orillando a cientos de pequeñas y medianas empresas al cierre prácticamente definitivo de sus operaciones, mientras empresas y tiendas como Elektra, propiedad de Grupo Salinas, han mantenido sus operaciones sin cambio alguno a pesar de la falta de garantías sanitarias para sus empleados, pero ya que este Grupo ha sido la empresa más beneficiada con contratos por parte de la actual administración, parece que esta situación puede pasarse por alto.

En ambos casos y con la agenda electoral en puerta, hay un tema que parece imponerse a la salud: la economía. En las mencionadas administraciones queda claro que sus proyectos personales resultan ser más importantes a la hora de destinar recursos, que al fortalecimiento del sistema de salud, en el cual han quedado en evidencia las múltiples fallas como lo es la falta de equipo médico adecuado para atender una emergencia, el escaso número de camas y respiradores artificiales, así como la falta de personal capacitado; esto sin mencionar, el escandaloso sobreprecio en el cual se están adquiriendo los insumos médicos necesarios de último minuto ante la clara falta de previsión por parte del gobierno.

Siendo el factor económico la prioridad de los gobiernos, quienes resultamos ser los más afectados somos la población en general, ya que en México la falta de políticas públicas de la actual administración, deja vulnerables a la mayoría favoreciendo muchas veces a la minoría que son los de mayor poder adquisitivo; un ejemplo claro de planeación en México, es haber desaparecido el servicio de salud al cual tenían acceso las personas de menores recursos económicos en el país (Seguro Popular) y creó con la intención de sustituirlo, al Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), sin que este estuviera listo para brindar la atención médica de los afiliados al Seguro Popular, poniendo de esta manera en riesgo a miles de personas en el país. Por su parte, el mandatario norteamericano en su plan presupuestario destina a La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA por sus siglas en inglés) un incremento del 12% con tal de hacer valer su promesa de que el hombre vuelva a pisar la luna en el año 2024, de igual manera, incluye aumentos importantes en su presupuesto para gastos militares, en contraparte reduce el presupuesto en rubros sumamente importantes como es: vivienda en 15% y protección medio ambiental en 26%, solo por citar algunos ejemplos.

Si bien, esta crisis sanitaria no tiene precedente y según los expertos el ser humano deberá aprender a vivir con el coronavirus por varios años, estos gobiernos en particular aún pueden corregir el rumbo de sus respectivas administraciones privilegiando el gasto en materia de salud por encima de caprichos personales, ya que será de vital importancia para todos los países del mundo tomar medidas no solo para combatir la actual emergencia sanitaria, si no será necesario tomar todas y cada una de las medidas al alcance para inhibir y de ser posible evitar futuros brotes, ya que como ha dejado claro el Covid-19, esta no será la última pandemia a la que se enfrente la humanidad y que ha dejado clara la importancia que debemos darle a la salud, porque si bien es cierto que la economía es vital para las familias, es igual de cierto que no habrá economía sin familias, ya que es importante señalar que si hay un punto que se pudiera considerar “favorable” respecto del Covid-19, es su baja tasa de mortalidad con respecto a enfermedades que pudieran resultar mucho más mortíferas para el ser humano.

Los medios contra la propaganda

En medio de la pandemia mundial por el Coronavirus, en la arena pública mexicana se libra una feroz batalla entre los Medios de Comunicación y el gobierno de la 4T por la Información veraz y oportuna sobre lo que realmente sucede con el letal virus. Y me parece que hasta el momento ninguno de los dos bandos ha ganado la guerra y el único que ha perdido es México y los ciudadanos.

¿Por qué la gran mayoría de los medios y periodistas influyentes en la opinión pública dudan de los reportes oficiales de la crisis sanitaria y económica?,  ¿Por qué el Presidente reniega casi a diario de la cobertura mediática? y ¿Por qué buena parte de la sociedad siente que la gestión gubernamental de la pandemia ha sido ineficiente y vamos, como el Titanic, a estrellarnos pronto con el Iceberg?

En el ambiente, en plena cresta de la pandemia, lo que predomina es la desinformación, la confusión, el desencanto, la incertidumbre y la angustia social. Los medios responsabilizan al gobierno y éste a los medios, lo que nos puede conducir al abismo. Qué está sucediendo?

En mi opinión, las partes no se conectan y la suma es cero, debido a que mientras los medios buscan INFORMACIÓN, el gobierno les ofrece muchas veces PROPAGANDA y así no podemos esperar una adecuada relación que beneficie a la SOCIEDAD.

Ahora bien, hay que entender el juego de cada uno de los actores. En primer lugar, los medios de comunicación, que atraviesan por una severa crisis de liquidez, debido a la caída de la PUBLICIDAD gubernamental y privada, (deben sin duda reinventarse) tienen derechos, libertades, intereses e ideologías que ningún poder debe soslayar ni conculcar. Los derechos a la Libertad de Expresión y de Prensa son constitucionales. Su gran desafío es mantener o acrecentar su credibilidad. Y si bien muchos dependían de la publicidad gubernamental hay otros que se han mantenido de pie y con la frente en alto, a pesar de los ataques presidenciales en las mañaneras del Palacio Nacional.

Los grandes medios han sobrevivido, más allá del gobierno en turno, porque con seriedad le han apostado al manejo profesional de la INFORMACIÓN, ganando la confianza de sus lectores o internautas. En esta crisis que nos obliga a estar en casa resaltaría, por ejemplo, el caso de EL UNIVERSAL que en el mes de marzo reportó visita récord a su web de 50 millones de usuarios.

El diario REFORMA es otro ejemplo de periodismo independiente y aguerrido del poder. El Presidente lo critica casi todos los días por ser “el periódico de los conservadores”, pero su influencia es incuestionable, quizá como la que tenía El Mercurio de Chile en la década de los 70s.

Hay revistas semanales libres también, como PROCESO, que han traspasado sexenios enteros sin subsidios gubernamentales. Y portales de noticias que lideran los rankings de consumo digital, como SDP NOTICIAS, entre otros.

La materia prima de todos ellos es la INFORMACIÓN y su compromiso es con la transparencia y la rendición de cuentas, a lo que son alérgicos casi todos los gobiernos del mundo.

En segundo lugar, es necesario entender -no justificar- el papel del gobierno. La estrategia de Comunicación parece basarse en la PROPAGANDA que genera percepciones pero no transmite hechos, realidades ni mensajes convincentes que compren los medios o la sociedad. Nos recetan, como la televisión cubana, más de 4 horas diarias de conferencias de prensa y videos sabatinos y dominicales que muchas veces no dan nota, quedando lejos de las expectativas sociales. Pero, hay que decirlo, al proyecto del Presidente sí le son muy útiles. Por ello, más que desaparecerlas como lo desean algunos, las amplía.

THE GUARDIAN cuestionó la utilidad de las mañaneras y las calificó como “espectáculos sin valor”. Yo discrepo de lo dicho por el periódico inglés pues las conferencias del Presidente y las de sus voceros le sirven, y mucho, para apuntalar su política clientelar con miras a las elecciones intermedias del 2021 y las presidenciales del 2024.

A mi juicio se equivoca el Presidente en el maltrato cotidiano a los medios y al creer que con esta estrategia los debilitará, dividirá y ganará. Cree erróneamente que hoy los medios dependen más de él y no es así. Ya no es como antes. Quieran o no, los políticos necesitan a los medios tradicionales y las redes sociales para transmitir sus mensajes a todos los públicos.

En el reparto de la publicidad oficial también se ven fallos. Se dejan fuera o se les da poco del pastel a los medios que lideran la red y se aceita sólo a medios capitalinos y locales que son partidarios de su movimiento y a los paleros que acuden a las mañaneras.

Finalmente, me refiero a las audiencias del siglo XXI. La gran mayoría de la SOCIEDAD, más en tiempos de crisis, rechaza la propaganda, la opacidad y la retórica, aunque su líder sea carismático y todopoderoso. Las dudas ciudadanas persisten porque no se dan datos confiables ni respuestas claras y oportunas sobre la magnitud y el impacto de la pandemia. No se informa con rigor y precisión, lo que propicia desinformación y una guerrilla de noticias falsas. Sin embargo, tarde o temprano, la realidad social se impondrá.

Todavía el martes 5 de mayo, el vocero de la pandemia informó que ya “aplanamos la curva” del crecimiento de contagios, cuando el fin de semana pasado nos advirtió, contrariamente, que nos encontramos en la semana más letal del Coranavirus, y cuando EUA se aproxima a los 100 mil muertos, Gran Bretaña supera los 30 mil y Francia los 25 mil. ¿Acaso los mexicanos somos genios universales en la gestión de pandemias? En Costa Rica, un país libre y democrático, no registran ni 10 muertos a la fecha pero no cantan victoria. Las señales indican que por presiones de EUA ya se impuso la economía sobre la salud y van a reabrir pronto fábricas, escuelas, restaurantes, parques, tiendas, hoteles y playas, no importa quien caiga muerto en un posible rebrote.

En fin, las relaciones de los Presidentes con los Medios, en todo el mundo, nunca han sido tersas por diferentes factores y circunstancias. No olvidemos el pleito de Echeverría con EXCÉLSIOR, el “no pago para que me peguen” de López Portillo, el asesinato del columnista Manuel Buendía en el sexenio de De la Madrid, los choques de Salinas con LA JORNADA, de Zedillo con EL UNIVERSAL, de Fox con RADIO RED de Gutiérrez Vivó, de Calderón con PROCESO, de Peña Nieto con Carmen Aristegui en MVS y hoy de López Obrador con REFORMA.

En México existe demasiada tensión en la relación del Jefe del Estado con los medios, lo que no es positivo para la salud de la República. Ojalá pronto se logre un equilibrio entre ambos poderes que fortaleza a la sociedad y nos ayude a transitar hacia una verdadera democracia que garantice libertad y prosperidad económica para todos.

Generación pandemia

Por primera vez en la historia de la humanidad, la declaratoria de una pandemia ha orillado a los gobiernos de todo el mundo a llevar a cabo un ejercicio de distanciamiento social con ayuda de los medios de comunicación y las redes sociales, que hoy en día tienen la capacidad de informar de manera casi inmediata a la población sobre los acontecimientos más relevantes, situación que resultó ventajosa ya que de esta manera en varios países del mundo incluyendo México, hubieron personas que se adelantaron al gobierno para practicar el distanciamiento social, logrando así reducir drásticamente el número de contagios.

El pasado martes 21 de abril, el Gobierno Federal de México declaró oficialmente el inicio de la Fase 3 de la pandemia en México, lo que significa que a partir de ahora, la cantidad de contagios serán a la alza y la proyección apunta a que la epidemia alcanzará su punto máximo entre el 6 y 13 de mayo. Esto implica, que la principal medida que se deberá de mantener, será el aislamiento cuando menos al próximo 30 de mayo.

Derivado de esto, hoy en día cobran mayor importancia preguntas como: ¿Qué va a pasar cuando la emergencia sanitaria termine?, ¿Seguiremos igual o ajustaremos algunas actividades o estrategias?; ya que esta pandemia nos ha llevado a una situación tan insólita que sin duda será un cambio para muchas generaciones.

Aunque no hay un consenso para el término de “generación”, se podría definir como el conjunto de personas que, por nacer en fechas próximas o recibir alguna educación e influjos culturales y sociales semejantes, se comportan de manera afín o comparable en algunos sentidos, es por esto, que los efectos derivados de la pandemia por el covid-19, como la suspensión de actividades comerciales y administrativas, el cierre de las escuelas a todos los niveles educativos, centros religiosos, la cancelación de importantes eventos nacionales e internaciones, y lo que puede ser más impactante para todos: el aislamiento social, que hasta el momento, solo habíamos podido imaginar en alguna película de ciencia ficción; se trata de un periodo con unas características nunca antes vividas y que marcará un hito que recordará la historia.

Por la relevancia de esta situación, se ha venido manejando en diversos medios de comunicación, el anunciar el surgimiento de una nueva generación en la que muchos nos veríamos reflejados desde diferentes perspectivas pero que sin duda, cambiará drásticamente la manera en la que desarrollamos nuestras actividades en el día a día.

Las referencias de las generaciones que en los textos de marketing más se mencionan son: la generación de los Baby Boomers (1949-1968), la generación X (1969-1980), o de los Millennials (1981-1994); en general, los grandes cambios sociales, culturales, o hechos históricos de impacto, han dado pie al surgimiento de estas generaciones y no cabe duda que la cuarentena en la que se encuentra el mundo puede dar inicio a una generación denominada Pandemia, al menos en México esta generación será constituida por diferentes grupos poblacionales que han vivido esta crisis sanitaria de diversas formas, pero siempre con un cambio en alguno de sus hábitos más simples como es el contacto físico y la higiene de manos.

Las principales características que definirán a esta generación serán:

  • Constante higiene de manos.
  • Uso de cubre bocas e incluso guantes desechables al salir de casa.
  • Aislamiento social indeterminado en algunos países.
  • Al regresar a casa desinfectar y/o lavar todo lo que estuvo expuesto en la calle desde zapatos, ropa, llaves, celular, objetos adquiridos en alguna compra, interior de los vehículos, etc.
  • Suspensión de actividades comerciales, religiosas, deportivas y educativas.
  • Implementación de clases a distancia en todos los niveles educativos.
  • Home office para muchas empresas e instituciones públicas que nunca antes lo habían implementado.
  • Acceso restringido a una sola persona por familia para poder realizar compras en supermercados.
  • Incremento de compras online.
  • Convivencia con familiares únicamente a través de videoconferencias.

Y puede ser que esta lista siga creciendo con el avance de la pandemia por el covid-19, sin embargo, formarán parte de la rutina diaria hasta que el coronavirus sea declarado bajo control por las autoridades sanitarias a nivel mundial.

La generación pandemia, también será conformada por aquellos niños y niñas que están naciendo en circunstancias que sus padres nunca se hubieran imaginado, en donde las instituciones de salud tanto públicas y privadas deberán de tener un control médico más riguroso, tanto con el bebé como con la madre durante los cuidados prenatales como en la etapa post parto, incluso los familiares y amigos solo podrán conocerlos a través de fotos o videos (si es que cuentan con los medios tecnológicos para poder llevarlo a acabo), sin saber hasta cuándo podrán estar físicamente con el nuevo integrante de la familia.

Otra circunstancia mencionada en los puntos anteriores, es el home office que las empresas han implementado y que las instituciones públicas tuvieron que poner también en marcha, actividad que de igual forma requiere del uso de la tecnología, la persona que labore desde su casa deberá de contar con algún dispositivo móvil o equipo de cómputo dependiendo de sus actividades y por supuesto tener conexión a internet; ya que sin éstas herramientas el home office no es productivo para ninguna empresa ni viable para el trabajador.

En México, lo que más ha llamado la atención es la suspensión de actividades escolares, poniendo en duda las fechas en que concluirá el ciclo escolar y si los estudiantes podrán concluirlo de manera satisfactoria por dicha suspensión; y es más preocupante debido a las brechas de desigualdad que existen en el país y el programa “Aprende en Casa” que ha implementado la Secretaría de Educación Pública (SEP) que se ha realizado a través de internet y televisión.

Para quienes contamos con equipo de cómputo, dispositivo móvil, conexión a internet y televisión, lo anterior suena bastante cómodo y fácil por realizar, pero desafortunadamente en México no todas las familias cuentan con estos medios para poder llevarlo a cabo.

En febrero de este año, la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) publicó que en 2019 se contabilizaron 80.6 millones de usuarios de Internet, que representan el 70.1% de la población mexicana de seis años o más. La ENDUTIH 2019 presentó resultados para los ámbitos urbano y rural, siendo de 76.6% para la zona urbana y de 47.7% en la rural.

Por otra parte, la encuesta estima que en 2019 hubieron 20.1 millones de hogares que dispusieron de Internet, lo que representa el 56.4% del total nacional, ya sea mediante una conexión fija o móvil, mientras que la proporción de hogares que disponen de computadora registró un 44.3%.

Los televisores son los bienes de mayor penetración en los hogares, ya que en 2019 el 92.5% contó con al menos uno. Respecto del tipo de televisor disponible en los hogares, la ENDUTIH revela que el 76.5% de ellos cuentan con al menos uno de tipo digital. Tomando en cuenta que todos los hogares con televisor digital están habilitados para recibir señales abiertas, otro conjunto de interés es aquel que, aunque sólo dispone de televisor analógico, cuenta con señal de televisión de paga que le permite recibir señales digitales; los resultados de la ENDUTIH 2019 arrojaron que éstos representan un 8.7% de los hogares con acceso a la señal digital.

Por su parte, los hogares que cuentan con un televisor analógico y reciben señal por medio de un decodificador representan un 5.1% del total. De esta manera, el 96% de los hogares del país reciben la señal de televisión digital a partir de alguno de los tres medios mencionados anteriormente: televisor digital, señal de televisión de paga o decodificador.

En ese sentido, ¿Qué pasará con el porcentaje de la población que no cuenta con conexión a internet, televisión, dispositivos móviles y equipos de cómputo para sobrellevar adecuadamente el aislamiento social? Será conveniente desarrollar e implementar una estrategia educativa y digital que se adapte a las brechas de desigualdad de los hogares mexicanos, de igual forma las instituciones públicas e iniciativa privada deberán actualizar sus manuales de operación para los trabajadores que no puedan llevar a cabo un home office por carecer de estos instrumentos tecnológicos y que el trabajo desde casa no implique un gasto que sea absorbido por el trabajador, privando a la familia de recursos indispensables para la adquisición de insumos básicos durante el aislamiento social.

La generación pandemia se enfrenta a situaciones y límites no deseados, pero que también pueden ser ventanas de oportunidad para las iniciativas públicas y privadas que sin duda, no planearon alguna estrategia para este tipo de crisis sanitaria; más aún, los que no se habían sumado totalmente a la transformación digital, que seguramente han sufrido un mayor impacto.

Sin embargo, como bien dice el dicho “nada es para siempre” y la emergencia sanitaria llegará a su fin, todos podremos salir a las calles para reanudar nuestras actividades cotidianas y deberemos de tomar en cuenta las debilidades de cada uno durante esta pandemia para mejorar y convertirlas en fortalezas, replanteando y  organizando desde estrategias hasta estilos de trabajo.

En la vida personal, la generación pandemia también aprenderá a disfrutar cada día, ya que no se sabe cuándo se viva una nueva emergencia sanitaria.

Los desatinos de la Comunicación Presidencial

Cada Presidente tiene su estilo personal de comunicar sus decisiones. Algunos deciden enfrentar al toro por los cuernos y actuar sin intermediarios, mientras que otros delegan esta responsabilidad en voceros. Todos creen que su estrategia es la correcta hasta que se impone la realidad social y viene el éxito o el fracaso.

La pandemia mundial por el Coronavirus ha puesto en evidencia las fortalezas y debilidades de la comunicación presidencial. No voy a referirme a la comunicación del gobierno porque casi no la veo en la agenda pública.

No me he perdido casi ninguna de las conferencias mañaneras que se montan en el escenario del Palacio Nacional. Después de tres campañas presidenciales y otras tantas estatales, el jefe del Estado mexicano sabe bien que la comunicación política es esencial para apuntalar a un gobierno que se encuentra en medio de una crisis sanitaria y económica de consecuencias incalculables. No le gusta dejar espacios vacíos “porque los llenan nuestros adversarios conservadores” y emite mensajes todos los días recalcando que “vamos bien”.

Sin embargo, con frecuencia se ve enojado, exhibe con regocijo a sus críticos de los MEDIOS, como si continuara en campaña, y advierte a los empresarios que no cambiará de rumbo económico. ¿Qué está pasando realmente con la Comunicación Presidencial?

Mi tesis es que el mensaje no está conectando con todos los públicos y carece del famoso “feedback” y la interacción social, indispensable en toda estrategia efectiva de comunicación, debido a que le faltan por lo menos dos poderosos ingredientes: CREDIBILIDAD de los ciudadanos (no sólo del pueblo raso) y promoción estratégica del discurso a través de RELACIONES PÚBLICAS para persuadir a los diferentes grupos sociales de los beneficios de las políticas públicas.

Hablemos primero de las fortalezas comunicativas: el cambio de estilo, el discurso, la imagen y la identidad que se construye en la casa presidencial al cabo de casi 17 meses de gobierno.

No voy a cuestionar el estilo personal de comunicar del líder tabasqueño. Tiene derecho a ser él su propio portavoz y a escoger su propio circo aunque no estemos de acuerdo con él. Tiene derecho incluso a no prestarle el micrófono a nadie de su gabinete. No es el primer Presidente que decide toda la estrategia de comunicación, las prioridades y los mensajes clave. Antes, Calderón y Salinas, por citar a los más recientes, determinaban qué decir, cómo decirlo y cuándo decirlo. Por ello, el estilo no debe sorprendernos.

Tampoco voy a criticar los medios que utiliza para transmitir su mensaje. Prefiere las “benditas” REDES SOCIALES sobre los medios tradicionales, pero este tema de la relación con los medios amerita otro texto.

En materia de imagen, el Presidente ha decidido apostar por la comunicación cargada de símbolos y no está mal, muchos otros jefes de Estado lo han hecho en México y el mundo. El simbolismo es una forma de comunicación. Los símbolos sirven para representar una realidad, pero cuidado, ya que muchas veces esa realidad no existe y sobreviene el desencanto colectivo.

Ahora bien, ¿qué identidad busca el inquilino de Palacio Nacional? Por lo que ha dicho, aspira a ser el símbolo de todo lo bueno, a ser percibido como el presidente de los pobres y a pasar a la historia como un líder justiciero, auténtico, humano, honesto y pacífico. Tiene derecho a ello. No hay que olvidar que el populismo sigue de moda. Habrá que ver cuando termine su mandato.

El problema de fondo, me parece, está en el mensaje lineal y vertical que se quiere transmitir a todos y está llegando sólo a un tercio del público deseado, con el agravante de que buena parte de la sociedad no cree en él y lo rechaza porque lo percibe como falso, está lejos de sus expectativas y lo interpreta no como información valiosa sino como propaganda para manipular a las audiencias en beneficio propio. No lo sabemos, pero quizá el Presidente es de los astutos políticos que considera que la comunicación política pasa por la propaganda  y los equivocados somos los ciudadanos y sus rivales que deben limitarse a ser espectadores de su faena en el ruedo de la gran plaza.

Cuando el Presidente se aferra a un discurso que no es bien recibido afuera de su círculo, debido a que hay una larga distancia entre lo que se dice y lo que se hace, está construyendo realidades que no existen y percepciones momentáneamente favorables pero que suelen desinflarse como burbujas.

Todos los días, subraya el mensaje que dirige centralmente a sus partidarios. Ha dado cientos de conferencias y grabado decenas de videos, pero la comunicación presidencial parece hasta hoy ser incapaz de articular y transmitir un mensaje coherente. Diga lo que diga, muchos ciudadanos no compran su discurso ni se han subido al barco de la 4T porque el jefe del Estado no los ha convencido de que tiene una visión distinta del anterior régimen, un proyecto articulado de país y el cambio de rumbo es un salto al futuro y no al pasado. No parece entender o no quiere entender el sentimiento y el resentimiento de las clases medias y altas, cuando debiera sumarlas.

El mensaje del verdadero cambio no ha sido claro ni realista y toda ficción comunicativa podría venirse abajo. La política necesita de los símbolos para transmitir realidades complejas, pero éstos suelen ser insuficientes para tapar simulaciones o fracasos.

La comunicación presidencial está empeñada en exhibir a como dé lugar un buen gobierno -esa es su tarea- cuando en realidad lo que muchos perciben es una mala gestión de gobierno y un rumbo equivocado, lo que constituye una apuesta altamente riesgosa, pues la sociedad puede terminar señalando mentiras y tildando de falso al portavoz.

No hay duda en la historia de la comunicación: la credibilidad y la transparencia siempre le ganarán la carrera a la manipulación y la opacidad informativa.

¿Qué hacer ante este escenario?

Ojalá que la comunicación presidencial comprenda la verdadera realidad social -lo cual dudo conociendo el estilo- y transite de un juego de suma cero a un juego de ganar-ganar. Si persisten los desacuerdos todos perderemos.

En suma, la comunicación presidencial necesita ganarse la confianza ciudadana para lograr sus objetivos e imponer una nueva visión de país. Y la sociedad necesita colaborar con sus gobernantes y vigilar que rinda cuentas. Si no hay un buen acuerdo que concilie intereses, creencias e ideologías políticas de ambas partes y, por el contrario, se insiste en imponer desde arriba una visión personal del poder, me temo que la comunicación presidencial será un fracaso en perjuicio de todos.

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La Comunicación a prueba

Está claro, la crisis de COVID-19 demanda que los ciudadanos sean precavidos y tomen las acciones y medidas necesarias para evitar propagar el contagio. No se trata de esperar que un gobierno resuelva por decreto una crisis, sino que en el trabajo colaborativo generado desde los medios de comunicación este la respuesta.  La pandemia del coronavirus  ha puesto a prueba a diferentes sectores sociales pero sobre todo a los medios de comunicación tradicionales.

La crisis exige Información veraz y oportuna por parte de sus sociedades

Un estudio elaborado en España da a conocer que ante la crisis de la pandemia  la radio y la televisión son los medios mejor aceptados por la sociedad. Un 48.1% de la población considera que su labor es muy positiva o positiva y otro 28.3% le da una influencia intermedia. Solo la ven como negativa el 10.6% de los ciudadanos.

Situación contraria es lo que marcan a las redes sociales, que son las que salen peor paradas en la información de esta crisis. El fenómeno de las fake news y los bulos, son contundentes: casi cuatro de cada diez personas en el ámbito internacional creen que las redes tienen un papel negativo o muy negativo. Por otra parte, un 31.3% de la gente las ven como algo positivo y el 26.1% considera que su influencia es media.

En esta ocasión la visión negativa generalizada de las redes sociales ha generado más desconfianza que los medios de comunicación tradicionales, lo que sin duda habla de una crisis.

El riesgo, como bien es sabido, nos remite a lo que las personas pueden hacer ante el miedo. Ahí, es precisamente donde se revaloriza la comunicación de crisis y la necesidad de que todo gobierno, en sus múltiples niveles (nacional, estatal y municipal) cuente con una estrategia para un contexto de tal dimensión.

Desde el pasado mes de noviembre del 2019, justamente cuando iniciaba  la ahora pandemia COVID-19 en Wuhan provincia de China, los ojos del mundo empezaron a voltear ante la amenaza que esto representaba para la humanidad y la economía del mundo. La pandemia que en muy poco tiempo alcanzo a España, Italia y desde luego a los Estados Unidos donde los niveles de muerte han sido mucho más elevados que donde originalmente se generó esta crisis,  ha obligado a los medios de comunicación en México estén a la altura de la emergencia no solo para dar a conocer las acciones asumidas desde el gobierno, sino para hacer conciencia entre la sociedad de los estragos que dejará COVID-19 a su paso.

Comunicadores rompen zona de confort en pos de la veracidad, se suben al carro de la  modernidad

El coronavirus como tema en los medios de comunicación sigue escalando en interés y ya domina la agenda. Los clics en los principales portales de noticias ha obligado a los medios de comunicación tradicionales como la Radio y Televisión a materializar el concepto multimedia, dejar atrás la simple y tradicional llamada telefónica para dar paso a la videoconferencia con el único objetivo de dar mayor certidumbre, dar rostro y sustento a la información emitida por los especialistas en medio de una crisis de dudas, cruce de información entre mezclada por intereses políticos y fuera del tema central que es la salud.

Hoy por hoy decenas de espacios informativos lucen como mosaicos, tapizados de imágenes y sonido informativo de manera simultánea. La crisis pandémica y la tecnología obligo a muchos comunicadores a romper su romance con la simple llamada telefónica para informar. Lo que ha fortalecido a la certidumbre informativa en medio de las imprecisiones, llamados a destiempo y posiciones laxas de las autoridades para salvaguardar la vida de nuestra sociedad.

Aspectos personales y familiares a tomar en cuenta en esta crisis

Pero el aspecto médico y físico no es el único que se verá afectado, la economía y las finanzas también se enfrentan a la problemática del Covid-19, puesto que las actividades y los empleos pueden verse fuertemente afectados debido a las restricciones que los gobiernos y las autoridades pongan en las actividades diarias.

SEGUROS MÉDICOS

Es un buen momento para verificar la cobertura de pólizas de seguros de gastos médicos mayores puesto que hay que revisar si tenemos alguna que nos cubra en caso de pandemias. Algunas aseguradoras no cubren eventos de gran magnitud como enfermedades que afecten de forma espontánea y sin control a la población.

SERVICIOS FINANCIEROS

Conocer las limitaciones de los servicios financieros en lo mementos de crisis es fundamental en la medida que estos servicios dejarán de ser presenciales para pasar a ser casi en su totalidad en línea. Se llevarán a cabo muchos programas de apoyo por la banca privada para todos aquellos usuarios de créditos en todas sus modalidades, es muy recomendable logra hacerse de estos beneficios que durante un periodo permitirá destinar todos los recursos económicos a palear las necesidades básicas de la familia y no a pagar deudas.

GASTOS INDISPENSABLES

Particularmente en esta pandemia, es muy importante mantener áreas de trabajo y de vivienda limpias y bien aseadas, por lo que no hay que escatimar en cuanto a recursos de limpieza. Hay que tener listo el gel antibacterial y comprar alimentos vitamínicos pues esto es una buena inversión en caso de que empeore la situación. No hacer gastos fuertes que no tengamos previstos como viajes o estancias en lugares lejanos.

NO MIEDO

Cabe resaltar que no hay que caer en el miedo colectivo con el avance del coronavirus. Las compras de pánico son un ejemplo de lo que hay que evitar. No hay que gastar en tratamientos médicos costosos, pues es sabido que hasta ahora no se ha encontrado un remedio definitivo. Lo mejor es mantenerse informado mediante los comunicados publicados por autoridades como la Organización Mundial de la Salud y las autoridades de salud del país.

El probable inicio del coronavirus

Para poder entender la situación que la humanidad está viviendo actualmente se requiere una mirada de 360º e imaginación; con lo que lograremos comprender el curso de la historia, entrever los vacíos que están agravando nuestros sistemas de vida, y vislumbrar el futuro con soluciones que nos conduzcan a una civilización que nos permita vivir en prosperidad y armonía en común.

Ofreciendo mi punto de vista como profesionista de la Ciencia de la Comunicación, sírvase de él como un puente adicional más de entendimiento, de los ya existentes en los medios de comunicación. No sólo para comprender lo que el futuro nos deparará, sino también como una herramienta visionaria para construir realidades relativas; porque claro está, que la verdad absoluta solamente existe al alcance de una fuerza omnipresente.

Por otra parte, aprovecho el preámbulo para informar que dada la magnitud del continuo crecimiento de ésta naturaleza, mi opinión se tendrá que desplegar periódicamente en próximas publicaciones.

A mi modo de ver, la historia de la pandemia pudo haber comenzado con una gota que derramó el vaso: el devastador incendio que arrasó con millones de hectáreas de vegetación y animales en Australia. Precedido por el incendio del Amazonas, y un poco atrás, el colapso y deshielo de la Antártida. Si ud puede detenerse, no a pensar, sino más bien a dimensionar la increíble gravedad que representa este grado de destrucción ambiental masiva para el planeta, entonces ud estará cerca de comprender el significado real de la pronta extinción de nuestra especie.

Algo muy fácil de decir en textos de ficción o novelas, pero muy difícil para un maduro estado de conciencia.

Haya sido una iniciativa secreta por un presidente perteneciente a un país poderoso, o por varios, o incluso por sociedades de élites como el grupo Beilderberg donde reune a multimillonarios, políticos y banqueros de Europa; los efectos y afectaciones sociales que arrojan la pandemia del COVID-19, aproximan a un urgente plan de emergencia internacional: la purga sobrepoblacional del planeta.

El ejemplo bien puede caber en la misma comparación que un perro cuando al infestarse de pulgas, o el intestino de un ser humano al cundirse de flora bacteriana, en cualquiera de ambos casos se procedería a utilizar una agresiva medicación depurativa para salvar urgentemente a un organismo de agentes invasores.

Ronda por ahí una interesante versión en medios alternativos, en el que se dice que Bill Gates y su esposa sostuvieron un conclave junto con otras figuras de poder, donde se planteó la idea del virus. No se precisan los términos, pero sí induce un mensaje con cierto objeto lucrativo, como el de activar el negocio de las farmacéuticas o químicos. Aunque me sigo preguntando ¿de qué forma podría seguir obteniendo ventajas económicas un apoderado inventor de la tecnología moderna como lo es el dueño de Microsoft en un tema de salud pública? ¿…Biotecnología?, quizás.

Fuera de los riesgos desinfomativos que puedan ocasionar el intentar ver a través del velo hermético que esconde los intereses de una sociedad secreta, preferiré presentar a continuación algunos valores políticos que son más visibles a la luz pública y que son necesarios considerar:

1. El virus fue detonado en un lugar como China, donde la cultura alimenticia era propensa al desarrollo del mismo. Además de ser un país que ha llegado a colocarse entre las tres potencias más importantes del mundo y que debe preocupar a quien se considere reinante del primer lugar.

2. La población principalmente afectada son los adultos mayores. Un sector social que se caracteriza por la improductividad y una vida cercana a la muerte. Por tal motivo, podemos decir que se trata de un virus (de manufactura humana) diseñado perfectamente para acabar con éstas personas.

3. La moneda mayormente favorecida es el dólar, procedente de los EU. País que en los recientes escenarios políticos, ha creado mucha controversia entre los mercados internacionales por la acelerada competencia que le han creado Rusia y China. En un efecto de desaceleración económica, puede permitirse poner en pausa al mundo y recuperar fuerzas, mientras que para otros países, la pausa podría significar crisis y déficit.

4. La hipótesis que señala a China como principal responsable de mutar el virus, argumenta que meses atrás, EU la obligó a firmar un acuerdo internacional en cuya propuesta no estuvieron en nada de acuerdo. A fin de evitar inconveniencias políticas, optaron por firmarlo.

Estoy seguro que todos deseamos que ésta situación sea sólo una cuestión de días para que vuelva completamente a la normalidad. Pero la tendencia es que al menos, en México, comience a agudizarse. La curva del descenso aún no llega. Y al ser un país tercermundista, mínimamente, puedo estimar que una cuarta parte de su población se verá perjudicada, en la salud o en lo económico.

Para ésta clase de adversidades que asola al mundo, la alternativa que parece ser más viable para México, tiene que ver con un valor moral que lo ha mantenido en el rezago del crecimiento: la Solidaridad. Detrás de ella se encuentra nuestra Esperanza; ya que solemos despertar ante el dolor colectivo como recientemente lo vimos en el terremoto del 2017.

Finalmente, a manera de recomendación o salvavidas espiritual, lo que ningún ciudadano del mundo debe permitirse bajo ningún motivo aparente, es que el Miedo entre a sus hogares y a sus corazones.

El marketing en tiempos de coronavirus

Sin duda, las últimas semanas han sido de bastante incertidumbre por la pandemia de coronavirus que azota al mundo y para nadie es un secreto que ningún país está preparado para recibir este tipo de crisis sanitaria, sin embargo, hay que reconocer también que el mundo será otro después del covid-19, tanto en economía, mercados, prevención sanitaria, de la misma manera lo hemos visto en materia de comunicación y en la forma en que las empresas harán un marketing efectivo.

En el sector privado, mientras algunas empresas han suspendido operaciones por prevención contra el covid-19, otras han ajustado su producción para fabricar insumos que hoy en día son prioritarios para la población como lo son guantes, gel antibacterial, respiradores, etc; los sectores son desde el automotriz, energía, construcción, hasta moda y belleza; el objetivo principal sin duda es ayudar, pero al mismo tiempo la adaptación de las empresas a la circunstancia actual refleja esa empatía ante la crisis que la gente quiere ver en lugar de un spot en horario estelar y que sin duda, genera mayores beneficios que una inversión publicitaria, pues al mismo tiempo logra proyectar una buena imagen para la marca.

En México, de los primeros ejemplos que pudimos ver fue por parte de Grupo Modelo, quienes anunciaron la entrega de 300 mil botellas de alcohol de gel antibacterial para las unidades y hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), dicho producto fue elaborado con una concentración de alcohol de 70 por ciento a partir del extraído del proceso de fermentación de la cerveza Corona Cero, en la planta de Tuxtepec, Oaxaca. Por lo cual, no tuvieron pérdidas generando un producto nuevo, adaptaron sus insumos, no invirtieron grandes cantidades en publicidad y la acción de entregarlas a la Institución de Salud Pública más grande de México fue el mejor acierto mercadológico que pudieron hacer ante esta pandemia.

Este tipo de medidas también controlan financieramente el bache económico de la actual situación y a su vez, postergando gastos en publicidad y mercadotecnia que muchos anunciantes tienen mensualmente con diversos medios de comunicación como electrónicos, digitales, impresos y exteriores.

Por otro lado los medios de comunicación, tienen un gran reto ya que el llamado de las autoridades a mantener al mayor número de personas en sus casas, como medida de control ante la pandemia del covid-19, podría convertirse en una ventana de oportunidad o debilidad para las empresas de medios de comunicación en México.

Con menos gente en la calle, es de suponerse que hay más personas frente a sus televisores con necesidad de información o entretenimiento, lo que incrementa las posibilidades para las televisoras de tener a más personas viendo sus canales, ganar rating e incrementar anunciantes.
El problema es, que para las televisoras la pandemia y las complicaciones económicas que se generen son inciertas, por lo que aún es una incertidumbre lo que esta coyuntura podría generar para los negocios de publicidad y contenidos de estas compañías. La problemática no solo radica en la falta de anunciantes, sino en mantener atractiva su barra programática; por ejemplo, la suspensión de eventos deportivos ocasionados por el aislamiento social, lo cual provocó que canales como ESPN y Fox Sports, dejaran de transmitir contenidos en vivo porque no hay deportes que narrar y los comentaristas también están en sus hogares.

Un caso que sobresale ante esta incertidumbre económica y menor gasto en publicidad, es el del aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio, el cual originalmente se tenía previsto realizar este verano, pero ahora tendrán lugar en 2021.Esta postergación podría generar un retraso o incluso la cancelación de los beneficios por ventas de publicidad y otros vinculados que atrae a millones de espectadores a las pantallas, un hecho que coincide con el aplazamiento del gasto de publicidad en las empresas.

En México, otra cara de la publicidad en tiempos de coronavirus se ha visto en el sector público, que si bien ha invertido tiempo, recursos y esfuerzos, la campaña de #QuedateEnCasa no ha podido lograr el objetivo de generar conciencia en los mexicanos, quienes siguen llenando las playas pensando que son vacaciones, situación que ha tenido que ser tomada por parte de los gobiernos estatales, al grado de tomar la decisión de cerrar completamente las playas.

Es un hecho que las ruedas de prensa diarias nos actualizan de la situación respecto a la pandemia, pero aún falta fortalecer los mensajes para la población. La estrategia de comunicación del gobierno se tiene que ampliar, las campañas preventivas sobre el cuidado y las medidas de higiene adecuadas para evitar que se propague el virus que podría llegar a colapsar el sistema de salud son necesarias, sin embargo, el crear un personaje como “Susana Distancia” y difundir hasta 9 diferentes spots con este personaje por tiempos oficiales, están lejos de ser la estrategia adecuada.

Ampliar la estrategia deberá de consistir en tomar en cuenta tres cosas: los diferentes grupos a los que se debe de informar , los medios de comunicación a los que están expuestos y los mensajes para cada grupo. Lo anterior, debido a las personas que no se quedan en sus casas, ya sea por su trabajo o porque simplemente no les interesa el aislamiento social, esta población es a la que no solo se le debe de dar el mensaje del correcto lavado de manos, si no también se les deberá de informar las medidas a tomar en la calle, sus trabajos y en los medios de transporte que utilizan; así como el tipo de medio de comunicación a los que estarán expuestos, ya que no solo será televisión como los que cumplen con el aislamiento social en sus casas.

De igual forma, se deberá de comunicar de manera concreta a la población más afectada por el aislamiento social, las medidas a tomar frente a la inminente crisis económica consecuencia de esta pandemia. Si bien se realizó un anuncio el pasado 5 de abril por parte del presidente López Obrador, respecto al Plan de Reactivación Económica para enfrentar los efectos de la pandemia por COVID-19, en el mismo no hay medidas concretas de dicho plan ni el cómo se realizará.

Tomando en cuenta que en dicho plan también se anunció la reducción de gastos de publicidad, no se vislumbra en un futuro cercano que se lleve a cabo una estrategia de comunicación de 360 grados como debe de hacerse ante este tipo de crisis sanitarias. Por lo cual, al menos en México el comportamiento mercadológico ha sobresalido de manera positiva por la iniciativa privada y no por el gobierno como en otros países.

En tiempos de coronavirus, no hay otra estrategia de marketing efectiva más que la adaptación a los nuevos mercados, a los diferentes medios y formas de comunicación sin la necesidad de generar gastos excesivos.

 

“No compre participación en el mercado. Averigüe cómo ganárselo”

Philip Kotler

La crisis impulsa un cambio cultural en las empresas

El coronavirus obliga a tomar decisiones de urgencia a todos los niveles para minimizar, en la medida de lo posible, su impacto sanitario, social y económico. La cultura empresarial juega un papel relevante a la hora de tomar la drástica y obligada decisión que las empresas (grandes y pymes) han tenido que tomar al enviar a sus empleados a trabajar desde casa con el fin de tratar de mantener su actividad diaria sin que el negocio se vea muy afectado y sin poner en riesgo la salud de sus empleados.

El cambio cultural será importante en las organizaciones, consiguiendo que empresas reacias a estos nuevos modelos de trabajo y de gestión del tiempo, se aboquen a probarlos por obligación, comprueben su viabilidad y sus beneficios no sólo para los empleados, sino también para la productividad y los costos de la compañía, incluso, decidiendo mantener el modelo de forma permanente después que pase la tormenta y todo retorne a la normalidad.

¿La importancia del compromiso y los valores?, esto ahora se pondrá a prueba, las medidas de conciliación, igualdad y flexibilidad laboral jugarán un papel fundamental en el compromiso de las personas con la organización en situaciones difíciles, y ayudará a construir la cultura empresarial, que es una suma de creencias, normas, actitudes, valores, supuestos y maneras de trabajar que comprometen a las plantillas con la organización.

El cambio cultural, una mayor aceptación del trabajo desde casa y la inmersión digital acelerada al que se han visto obligadas muchas empresas, sería la mejor secuela que el coronavirus podría dejar a nuestro tejido empresarial.

El siguiente listado con 5 recomendaciones clave que pueden facilitar una adaptación más ágil y eficiente de las organizaciones.

  • Fomentar el trabajo desde casa. Es una fórmula exitosa que suele mejorar el rendimiento del trabajador y su engagement o sentimiento de pertenencia con la empresa.
  • Mejorar la digitalización. Es imposible mandar a nuestros empleados a desarrollar sus tareas desde casa sin haber llevado a cabo antes una digitalización de nuestros procesos. Contar con servidores alojados en la nube, correctamente protegidos, agilizará las respuestas de nuestra organización desde cualquier punto del mundo.
  • Aumentar la flexibilidad. La persona que trabaja desde casa por la necesidad de cuidar a un familiar no siempre puede ejercer su labor en un horario rígido y férreo, con reuniones y entregas inamovibles. Implantando una comunicación interna fluida es más fácil conocer sus necesidades y limitaciones y poder adaptar el ritmo del trabajo sin perder horas de productividad. Por tanto hay que evitar la rigidez.
  • Potenciar los encuentros virtuales. Contar con sistemas de teleconferencia, multiconferencia, videoconferencia y telepresencia puede ser muy útil en casos como los que vivimos hoy en día. Es una vía rápida, accesible y cada vez más asentada para abordar proyectos de trabajo y estrategias de equipo evitando desplazamientos innecesarios.
  • Impulsar el lado más humano. Sentido común y empatía ¡que no “cunda el pánico”! En estos momentos de incertidumbre para todos es de crucial importancia aplicar el sentido común y el raciocinio apoyando a los compañeros de trabajo que más ayuda pueden necesitar o que sientan mayor temor ante una situación impredecible.

¿Por qué hay más preguntas que respuestas en la pandemia del Coronavirus?

En mis 20 años de reportero y casi 20 años de comunicador de gobiernos de diferentes colores, he visto y manejado crisis pero ninguna del tamaño y el impacto social y económico de la pandemia del Coronavirus.

Me acuerdo de la devaluación del peso de 1982, la crisis de la deuda, el terremoto de 1985, el Chupacabras, la epidemia del cólera, la gripe porcina, la pandemia del 2009 y ahora la emergencia mundial por el Coronavirus.

Pasé alrededor de 10 años por el sector publico de salud (en COFEPRIS y el IMSS) y nuestra teoría es que comunicar eficientemente una crisis sanitaria nunca ha sido fácil, para ningún gobierno, debido por un lado a que los Estados tienden a maquillar y esconder las estadísticas para no generar pánico y, por el otro, la sociedad civil no confía en los datos del Jefe del Estado ni cree a ciegas lo que le dicen los voceros de la crisis.

En el caso de México, hay que aclararlo, tenemos un problema más grave aún, pues hoy la sociedad está enfrentada y dividida en por lo menos dos grupos, a decir del propio Presidente: el pueblo raso que lo ama y los conservadores corruptos que lo desprecian y el apuestan a su fracaso (me parece que este tema amerita otro texto que abordaré en la siguiente entrega)

Actualmente, las preguntas medulares de los mexicanos siguen en el aire y me voy a concentrar en tres:

1.-¿Cuándo acabará la pesadilla del Coronavirus?

2.-¿Estamos realmente preparados para enfrentar esta pandemia?

3.-¿Los medios y los periodistas le están jugando las contras al gobierno?

No tenemos bola mágica para adivinar el tiempo que durará la pandemia, pero las experiencias de otros países nos permiten afirmar que no será un mes, como lo desean nuestros gobernantes, sino tres o hasta seis meses, dependiendo de cómo manejemos la crisis.

El tigre del Coronavirus lo soltaron (habrá que preguntarse en otra ocasión qué potencia lo soltó) en Wuhan, China, en diciembre pasado y los Chinos lo comunicaron al mundo hasta el 3 de enero de este 2020.

Al igual que muchos gobiernos, los Chinos son expertos en amañar cifras y sus datos siempre son poco confiables, pero tienen mucho dinero en caja y un Estado despótico. No olvidemos que con  todo su poder, el Estado Chino tardó alrededor de 3 meses en levantar por fin esta semana la cuarentena en Wuhan.

En Estados Unidos, el primer caso se reportó el 21 de enero y la curva de contagios sigue creciendo. Aunque el presidente Trump, por razones quizá electorales, también desea, como López Obrador, levantar la bandera blanca el 30 de abril, la realidad es que la crisis sanitaria continúa en ambos países fuera de control y sus consecuencias en la salud publica y la economía de los mexicanos y estadounidenses son impredecibles.

O sea, no hay forma de que la pandemia se acabe en un mes. Ni en México ni en EUA. Esto va para largo. Ojalá me equivoque pero las tendencias marcan que apenas vamos subiendo la montaña  ( México reportó el caso cero el 28 de febrero) y luego habrá que bajarla con los daños a cuestas.

En cuanto a si estamos listos para combatir la pandemia que viene, nuestra teoría es que no, a pesar de lo que afirman nuestras autoridades sanitarias. Yo no conozco una persona que sostenga con datos creíbles y racionales lo contrario, salvo claro el Jefe del Estado y el vocero de la crisis, aunque su palabra se vaya desgastando día con día. Ellos no pueden ni deben decir otra cosa. Y está bien que lo hagan para abonar a la confianza ciudadana.

Sin embargo, la realidad es que el sistema de salud pública ya estaba saturado y no se daba abasto para atender pacientes antes incluso de la crisis. No son pocas las voces bien informadas ni las evidencias que nos advierten que hoy en día NO hay suficientes camas, ni médicos (aunque ya llegaron los primeros Cubanos), ni enfermeras, ni respiradores, ni mascarillas ni pruebas rápidas ni medicamentos para enfrentar la alta demanda de insumos médicos que se nos viene encima.

El tamaño de la crisis ha dejado al descubierto que ninguno de los Estados más afectados estaba preparado, pese a ser grandes potencias económicas, por lo que más nos vale extremar las precauciones. El Presidente ha dicho que vamos bien y que tenemos un gran plan contra la crisis. Ojalá sea cierto.

Finalmente, por la polarización política se está generando lamentablemente un debate nacional que suma cero, en el que nadie gana y todos perdemos. Lo atiza el Jefe del Estado, lo aplaude el llamado Pueblo en las redes sociales y los culpables son la Sociedad y los medios tradicionales de comunicación.

Los medios, dijo el Presidente en la mañanera de este Jueves Santo,  no están ayudando…son voceros de conservadores corruptos, quieren que regrese el regimen corrupto…traen campaña amarillista pero no pasarán…Estarán felices si viene el colapso.

Y los periodistas, no todos, agregó, le apuestan a que nos vaya mal y fracasemos. Es temporada de zopilotes, advirtió.

Dolido, el Presidente se consoló: tenemos el apoyo del pueblo. No se dejen manipular, hay que tener confianza en nosotros mismos. No nos dejemos apanicar por los conservadores.

Yo no creo que los medios, la sociedad o algunos periodistas críticos conspiren contra la 4T y sean el problema, mientras el denominado pueblo es la solución.

Más bien me parece que por comunicar verdades a medias o mentiras completas, la realidad social es otra y, mientras las autoridades sanitarias están perdiendo credibilidad ante la opinión publica, los ciudadanos vamos solos, desunidos, confrontados y sin equipo médico a la temible guerra contra el Coronavirus.

¡Quédate en casa si!

¡Porque afuera no hay quien te salve!

Bienvenidos a nuestro Blog!

Ahora que estamos trabajando en casa por la pandemia del Coronavirus, en CAP hemos decidido crear este BLOG para compartir con nuestros públicos de interés las diferentes reflexiones de quienes colaboramos en esta Agencia de Comunicación y Asuntos Públicos sobre el acontecer nacional y mundial, con el único propósito de aportar algo al debate y tratar de tener más información para la mejor toma de decisiones. Obviamente, hoy el tema central de la agenda es la crisis sanitaria y económica que nos azota, pero la idea es irnos extendiendo a otros temas igualmente trascendentales para el futuro de nuestras vidas.

Las primeras preguntas que nos hacemos son:

¿Qué está pasando con la Comunicación?

¿Cómo entender a los Medios y a los periodistas?

¿Qué pasa con las Relaciones Públicas e Institucionales?

¿Y la Responsabilidad Social Compartida?

¿Y la Publicidad y el Marketing Digital?

¿A dónde van las Redes Sociales,?

¿Qué hacer con la Comunicación Interna?

¿Y el Acceso a los nuevos Poderes?

¿Qué pasa con el Gobierno y la Sociedad?

Esperamos que los textos que vamos ir ofreciendo contribuyan a comprender mejor la delicada situación que estamos viviendo en México y el mundo.

  “La suerte favorece a los audaces” Virgilio. Poeta Romano. [Original: Audaces Fortuna iuvat.]