A 13 meses de que el gobierno llamara a la población a un confinamiento para evitar la propagación de Covid-19, la Ciudad de México llegó a semáforo epidemiológico amarillo y con ello liberó la oportunidad de que entre 200 y 500 mil personas regresen de manera presencial a sus puestos de trabajo.
Si bien alguna parte de la población muestra prisa por “salir”, en este tiempo el teletrabajo se ha transformado y es por ello que en CAP, Comunicación y Asuntos Públicos, desciframos algunos datos importantes respecto a los retos que las áreas de Recursos Humanos y de Comunicación Organizacional tendrán que afrontar ante esta “Nueva Normalidad”.
Por un lado habrá que entender que actualmente en el mercado laboral mexicano conviven hasta cuatro generaciones, desde los baby boomers, que nacieron entre 1946 y 1964, conocidos como los famosos adictos al trabajo. Son quienes prefieren ver a sus equipos cara a cara y quienes priorizan llamadas o constantes juntas de trabajo. Le sigue la generación X, que nacieron entre 1965 y 1979. La mayor parte son dueños o líderes de las empresas y, si bien van directo al grano, no se adaptan tanto al WhatsApp y a las videoconferencias, como a tener el control por correos electrónicos.
Los nacidos entre 1980 y 1995 son los millennials, adaptados al cambio constante, a las crisis económicas y al boom de las tecnologías. Si un trabajo les da prestaciones, podrán manejar sin problema la comunicación por redes sociales o en herramientas que prioricen el tiempo. Y los más jóvenes en el mercado son los centennials, nacidos después de 1996, considerados los únicos “nativos digitales” dentro del mercado laboral, con una conexión promedio de 10 horas diarias, y quienes sin duda sufrieron menos el proceso del teletrabajo.
Terminal, empresa enfocada a la colocación de ingenieros, desarrolladores, programadores y otros profesionales tecnológicos, en Canadá, Estados Unidos y Latinoamérica, dio a conocer que antes del Covid-19, sólo 37% de los trabajadores de su industria tenía la opción del teletrabajo; ahora el 86% labora de esta manera. Además, el 80% de los ingenieros considera que trabajar desde casa y combinarlo con la oficina es una de sus opciones a futuro; mientras que un tercio quiere ser remoto al 100%. Este dato resulta relevante porque del mercado laboral, tal vez son los propios creadores de la tecnología quienes más entienden lo que significa laborar a distancia.
Citrix, creadora de tecnología para mejorar el trabajo digital, y con presencia en 100 países, asegura que sólo 2 de cada 10 mexicanos extrañan trabajar en una oficina y estarían dispuestos a volver a este esquema. Incluso, señalan que el 35% de los trabajadores sacrificarían hasta 10% de su salario si las empresas les ofrecen horarios y sitios más flexibles para trabajar en este punto “post Covid-19”.
El equipo de la empresa Terminal en su encuesta hecha a ingenieros, asegura que el 88% del talento latino de esa industria quiere trabajar de forma remota al menos 3 días o más a la semana. El 72% considera que un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal es uno de los beneficios del home office. De la muestra, 67 de cada 100 son millennials.
¿Qué hace atractivo el home office? Según los creadores de la tecnología colocados por Terminal, dos tercios valoran no desplazarse para ir a la oficina, 61% considera que tiene mayor equilibrio en su vida laboral, el 52% se siente más autónomo, 46% vio mejoras en su productividad, 37% se siente menos estresado y 22% considera que la comunicación con los equipos es más proactiva.
¿CÓMO SE PRONOSTICA EL REGRESO?
Así como adaptarse al teletrabajo fue una tarea que llevó ciertos procesos, el regreso a las oficinas también tendrá fases. Por lo pronto, el Gobierno de la Ciudad de México dio a conocer algunas directrices: se permite un aforo máximo de 20% del personal, por lo que serán las empresas quienes decidirán si una parte del equipo seguirá en home office o si turnarán las visitas del personal de manera escalonada a las oficinas. Además, se seguirá el sistema de QR para registrar accesos y controlar posibles contagios, y se les pide que exista un programa de pruebas Covid-19 una vez por semana.
Al interior de las áreas de trabajo, las compañías deberán hacer inversiones, tanto para el acondicionamiento físico de las áreas como para revisar que el personal cumpla con medidas que van desde las básicas como el uso permanente de cubrebocas, acceso controlado con citas a personas ajenas al edificio, mantener la sana distancia, no permitir que se compartan objetos como plumas, papeles, organizar juntas presenciales de máximo 6 personas; u otras tareas más complejas como dar mantenimiento continuo al aire acondicionado e instalar mamparas para dividir los espacios de trabajo.
Si bien algunas oficinas harán estas adaptaciones y buscarán regresar poco a poco a los modelos de trabajo que tenían antes de la pandemia, Panduit, desarrollador de soluciones de infraestructura física de hardware y software, a través de los pedidos de sus clientes comparte la tendencia de las oficinas “post Covid-19”.
Por un lado aseguran que las empresas están dando la misma importancia a las TI (Tecnologías de la información) que a las TO (Tecnologías de la operación), ya que por cuestiones de seguridad de su propio personal, deberán tener menor número de colaboradores físicamente en las oficinas, automatizarán algunos procesos y ante todo eso necesitarán que el flujo de trabajo se dé con la misma calidad.
Panduit comparte que antes de la pandemia, las empresas buscaban meter al mayor número de trabajadores con sus equipos de trabajo en un espacio pequeño, mientras que ahora las oficinas se ambientarán en una especie de co-working, donde los metros cuadrados serán compartidos y los usará quien en ese momento tenga la necesidad de dejar el teletrabajo para hacer una acción específica en la oficina.
EL TELETRABAJO REGULADO POR LA LEY
Comunicar al personal que los espacios físicos de las oficinas son seguros, escalonar los procesos de trabajo y hacer cumplir las normativas de seguridad sanitaria son una parte del reto a comunicar en las organizaciones, pero el confinamiento dejó otros grandes cambios, como los legislativos que consistieron en añadir el Capítulo XII Bis, denominado Teletrabajo, a la Ley Federal del Trabajo.
El documento completo está publicado en http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5609683&fecha=11/01/2021, destacaremos que para quienes laboren en esta modalidad, los patrones tienen obligaciones especiales como proporcionar, instalar y encargarse del mantenimiento de los equipos necesarios para el home office, como equipo de cómputo, sillas ergonómicas, impresoras, entre otros; además de asumir los costos derivados del trabajo en casa, incluyendo, el pago de servicios de telecomunicación y la parte proporcional de electricidad. No pasemos por alto que deberán respetar el “derecho a la desconexión” de las personas, al término de su jornada laboral.
La nueva ley establece que para considerar que una persona realiza teletrabajo, es necesario que dedique al menos 40% del tiempo que labora en su domicilio o en cualquier otro lugar ajeno a la oficina.
Entrar al esquema de teletrabajo deberá ser, en esta Nueva Normalidad, una negociación entre patrón y empleado, y deberá estipularse en el contrato laboral. Y aquí entramos a otra tarea, porque las plazas que se anuncien a futuro deberán conocer qué puestos pueden realizarse desde casa, y por tanto abrir una nueva era de perfiles de colaboradores.
UBITS, plataforma de capacitación corporativa en línea, señala que 91% de los gerentes de Recursos Humanos de Latinoamérica modificaron las competencias que requiere el mercado laboral. Señala que las cinco habilidades más importantes en un trabajador contratado en 2021 son adaptación al cambio, análisis de datos, liderazgo, creatividad e innovación y comunicación.
LOS TRABAJADORES YA NO SON LOS MISMOS
Por último, pero no menos importante, ya que analizamos lo que el gobierno pide para salvaguardar la seguridad de los trabajadores, lo que opinan los empleados para dejar el home office, las tendencias físicas de las nuevas oficinas y hasta las leyes que regirán el teletrabajo, hay que hacer un repaso a cómo cambió la salud de los mexicanos por estar confinados, porque es un hecho que el trabajador que mandamos a casa, no está en las mismas condiciones de quien regresará a sus labores.
La francesa Ipsos, multinacional de investigación de mercados y consultoría, dio a conocer que el promedio mundial de aumento de peso que tuvieron las personas durante el confinamiento fue de 6.1 kilos. Los mexicanos somos quienes nos volamos la cifra y subimos en promedio 8.5 kilos por habitante. Los otros 9 países del top ten son Arabia Saudita, Argentina, Perú, Chile, Sudáfrica, Polonia, Hungría, India y Estados Unidos.
El Módulo de Práctica Deportiva y Ejercicio Físico (MOPRADEF), realizado por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) a finales de 2020, revela que sólo el 38.9% de la población mexicana mayor de edad es activa físicamente, la cifra más baja desde 2013.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que para reducir el riesgo de enfermedades no transmisibles y depresión, se deben realizar por lo menos 150 minutos de ejercicio moderado a la semana, o 75 minutos de actividad vigorosa.
Es así que los trabajadores, además de su sueldo y de negociar las horas de trabajo en casa y las condiciones para regresar a la oficina, ahora también verán como prestaciones aquellas que les permitan estar sanos física y mentalmente, por lo que habrá que seguir de cerca el boom de marcas que se venden como beneficios corporativos y quieren acaparar la atención de las áreas de Recursos Humanos.
Desde CAP, Comunicación y Asuntos Públicos, seguiremos tomando el pulso de las tendencias que marca el regreso a esta Nueva Normalidad, lo cierto es que no hay que ignorar que, como lo decían los más incomprendidos al inicio de la pandemia, el Covid-19 sí llegó para cambiarnos, y con una buena estrategia de comunicación, nosotros diríamos que para renovarnos y evolucionar.