La Comunicación a prueba

Está claro, la crisis de COVID-19 demanda que los ciudadanos sean precavidos y tomen las acciones y medidas necesarias para evitar propagar el contagio. No se trata de esperar que un gobierno resuelva por decreto una crisis, sino que en el trabajo colaborativo generado desde los medios de comunicación este la respuesta.  La pandemia del coronavirus  ha puesto a prueba a diferentes sectores sociales pero sobre todo a los medios de comunicación tradicionales.

La crisis exige Información veraz y oportuna por parte de sus sociedades

Un estudio elaborado en España da a conocer que ante la crisis de la pandemia  la radio y la televisión son los medios mejor aceptados por la sociedad. Un 48.1% de la población considera que su labor es muy positiva o positiva y otro 28.3% le da una influencia intermedia. Solo la ven como negativa el 10.6% de los ciudadanos.

Situación contraria es lo que marcan a las redes sociales, que son las que salen peor paradas en la información de esta crisis. El fenómeno de las fake news y los bulos, son contundentes: casi cuatro de cada diez personas en el ámbito internacional creen que las redes tienen un papel negativo o muy negativo. Por otra parte, un 31.3% de la gente las ven como algo positivo y el 26.1% considera que su influencia es media.

En esta ocasión la visión negativa generalizada de las redes sociales ha generado más desconfianza que los medios de comunicación tradicionales, lo que sin duda habla de una crisis.

El riesgo, como bien es sabido, nos remite a lo que las personas pueden hacer ante el miedo. Ahí, es precisamente donde se revaloriza la comunicación de crisis y la necesidad de que todo gobierno, en sus múltiples niveles (nacional, estatal y municipal) cuente con una estrategia para un contexto de tal dimensión.

Desde el pasado mes de noviembre del 2019, justamente cuando iniciaba  la ahora pandemia COVID-19 en Wuhan provincia de China, los ojos del mundo empezaron a voltear ante la amenaza que esto representaba para la humanidad y la economía del mundo. La pandemia que en muy poco tiempo alcanzo a España, Italia y desde luego a los Estados Unidos donde los niveles de muerte han sido mucho más elevados que donde originalmente se generó esta crisis,  ha obligado a los medios de comunicación en México estén a la altura de la emergencia no solo para dar a conocer las acciones asumidas desde el gobierno, sino para hacer conciencia entre la sociedad de los estragos que dejará COVID-19 a su paso.

Comunicadores rompen zona de confort en pos de la veracidad, se suben al carro de la  modernidad

El coronavirus como tema en los medios de comunicación sigue escalando en interés y ya domina la agenda. Los clics en los principales portales de noticias ha obligado a los medios de comunicación tradicionales como la Radio y Televisión a materializar el concepto multimedia, dejar atrás la simple y tradicional llamada telefónica para dar paso a la videoconferencia con el único objetivo de dar mayor certidumbre, dar rostro y sustento a la información emitida por los especialistas en medio de una crisis de dudas, cruce de información entre mezclada por intereses políticos y fuera del tema central que es la salud.

Hoy por hoy decenas de espacios informativos lucen como mosaicos, tapizados de imágenes y sonido informativo de manera simultánea. La crisis pandémica y la tecnología obligo a muchos comunicadores a romper su romance con la simple llamada telefónica para informar. Lo que ha fortalecido a la certidumbre informativa en medio de las imprecisiones, llamados a destiempo y posiciones laxas de las autoridades para salvaguardar la vida de nuestra sociedad.