Cada 8 de octubre el estado de Quintana Roo se pone de fiesta y hace clara alusión a lo que es, uno de los estados mexicanos más jóvenes, que este 2025 cumplió apenas ¡51 años!
Los primeros pobladores de la zona datan del año 435 d.c. La civilización maya es ejemplo de resistencia, y desde entonces Tulum y Cobá eran ciudades prósperas, aunque relativamente aisladas, pues incluso ante la conquista, se resistieron al control de los españoles.
La Guerra de Castas, que duró de 1847 a 1901, fue la manera en la que los mayas se rebelaron ante la explotación colonial, y terminó cuando Porfirio Díaz creó, además de tomar el control militar y administrativo, el Territorio de Quintana Roo.
Yucatán y Campeche formaron una fuerza política para tener el control de la zona, por lo que el Presidente Lázaro Cárdenas del Río, en 1935, retomó el tema de Don Porfirio, aunque fue hasta el gobierno de Luis Echeverría, cuando un 8 de octubre de 1974 se publicó en el Diario Oficial el Decreto que Quintana Roo era un estado libre y soberano.
De entonces a la fecha, el crecimiento económico y la conversión de una comunidad de resistencia indígena viven una constante evolución, donde por un lado está la transformación turística y por otro la responsabilidad de preservar la identidad cultural. Un reto que desde el primer día echó mano de la comunicación, primero política y después económica y de estilo de vida.
Para ponerlo en cifras, Quintana Roo es el estado que más turistas internacionales recibe de todo el país, con más de 20 millones de visitantes al año, por lo que esta actividad representa el 87% de su economía, además de ser pilar del Producto Interno Bruto (PIB) del país, ya que contribuye con un 8%.
El progreso trae bonanza, aunque también acrecenta la desigualdad. La Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, para finales de 2022, reportó que 10% de los hogares del estado tienen ingresos mensuales menores a 8,660 pesos; mientras que otro 10% están en el otro extremo, con casi 146,000 pesos de ingresos mensuales.
Vía aérea o por buques de crucero, Cancún es la “joya” en Quintana Roo, pero ¿cómo nació y por qué creció tanto? Fue en la década de 1960 que se proyectó el crear “polos” turísticos en México para dar solución a los problemas económicos del país. Lo que buscaba el Banco de México era contribuir a la captación de divisas y estimular que zonas aisladas tuvieran un estímulo.
Se dice que los funcionarios del Banco de México y de la entonces Secretaría de Hacienda y Crédito Público convencieron al entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz de iniciar la construcción de Cancún, el cual sería uno de los 5 “polos” turísticos a probar.
En 1969, el entonces presidente dio a conocer en un discurso de gobierno que fortalecería el desarrollo regional con esta política pública, y fue así como lo que entonces todavía era la Península de Yucatán, pasó de vivir de la producción de chicle y henequén a ver un cambio social.
Para entonces, destinos como Hawaii registraban altas tasas de crecimiento, así que Cancún fue punta de lanza nacional, a la que le seguirían Ixtapa, Huatulco, Los Cabos y Loreto. El Banco Interamericano de Desarrollo facilitó los planes, y en 1970 dieron un crédito de 17 millones de dólares para la construcción de Cancún.
Se asumió entonces que habría generación de empleos y que se aminorarían las desigualdades de ingresos. Así, se hizo la franja costera y en 1973 se inauguró el Aeropuerto Internacional del municipio, considerado hoy la segunda terminal aérea con mayor demanda del país, sólo por debajo de la CDMX.
Para el nacimiento de Cancún se proyectaron 3 mil habitaciones de hotel, para 1980 ya eran 6 mil y en 2010 ya se tenía reporte de casi 30 mil.
En sólo 15 años de Cancún, el PIB de su estado creció casi el triple. En un lapso de 40 años, lo que era un sitio despoblado pasó a albergar a la mitad de todos los habitantes de Quintana Roo. Actualmente, este municipio es el de mayor porcentaje de residentes nacidos en otra entidad o país. Se estima que 7 de cada 10 habitantes de la zona migraron de otros lugares.
Se cumplió con la necesidad de crear una zona turística que metiera divisas al país, aunque por el otro lado sigue la resistencia de una civilización maya que, ante el crecimiento turístico, lucha por preservar su propia identidad.
¿Para ti, cuál es el encanto de esta zona?
AboutPaulina Casanova
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